Cristian Castro, el reconocido cantante mexicano, ha conquistado al público con su voz y su carisma durante décadas.
Sin embargo, detrás de la imagen del artista exitoso y enamorado, hay una historia personal marcada por la ausencia y el anhelo. En una entrevista con Intrusos, el intérprete de Azul habló con franqueza sobre su difícil relación con sus dos hijas, Simone Candy (19) y Rafaela (11), y confesó que, pese a su deseo de ser un padre más presente, las circunstancias no se lo permiten.
“No puedo ser más papá de lo que las madres me lo permiten”
Con un tono emotivo, Castro reveló que su mayor frustración es no poder compartir más tiempo con sus hijas. “Me gustaría ser padre, estar más”, admitió, aunque aclaró que no quiere forzar situaciones. “Lo único que pido es que estemos más relajados, que los encuentros se den con amor, con sonrisas”, expresó, dejando entrever que la relación con las madres de sus hijas ha sido un obstáculo.
A pesar del dolor que le genera la distancia, el cantante aseguró que no busca conflictos. “Yo no quiero una pelea. Quiero una reunión con sonrisas”, insistió, mostrando su disposición a esperar el momento adecuado para reconectarse con ellas.
La educación, su mayor prioridad
Más allá de la convivencia, Castro hizo hincapié en un aspecto que considera fundamental: la formación académica de sus hijas. “La educación es lo que más me importa. Lo único que les pido es un título, una licenciatura”, afirmó. Sus palabras reflejan no solo su preocupación como padre, sino también su convicción de que el estudio es la base para un futuro estable.
Un nuevo amor con el apoyo de Verónica Castro
En medio de esta situación familiar compleja, el artista encontró consuelo en su relación con Mariela, su actual pareja, con quien vive un romance lleno de complicidad. “Mamá (Verónica Castro) nos tiene fe. Nos dio un empujón para que nos comprometamos con esos anillos”, reveló, dejando claro que la icónica actriz y conductora apoya plenamente esta unión.
Aunque por el momento no hay planes de matrimonio, la pareja atraviesa una etapa de intensa conexión. Sobre la posibilidad de volver a ser padre, Castro fue categórico: no está en sus planes. Con su característico humor, bromeó: “He querido embarazarla pero no he podido”, provocando risas en el set.
La esperanza de un reencuentro familiar
Pese a las dificultades, Cristian Castro no pierde las esperanzas de reconstruir el vínculo con sus hijas. Su discurso, mezcla de melancolía y optimismo, dejó en claro que, para él, la familia sigue siendo un pilar esencial. Mientras espera ese momento, se refugia en el amor de Mariela y en el apoyo incondicional de su madre, Verónica, dos figuras que hoy son su sostén emocional.
Lo único que queda claro es que, más allá de los escenarios y los éxitos, Cristian Castro es, ante todo, un hombre que anhela lo que muchos dan por sentado: el abrazo sincero de sus hijas.
